miércoles, 4 de noviembre de 2009

Función sintáctica de los pronombres personales


SOBRE LA FUNCIÓN SINTÁCTICA DEL PRONOMBRE PERSONAL ÁTONO “SE”

Valores sintácticos del pronombre “se”

1.- CON FUNCIÓN SINTÁCTICA:

a) Pronombre personal átono con función de CI:

Uno de los usos habituales de se es como variante de los pronombres personales átonos le o les. Ocurre este cambio cuando en el sintagma verbal el CD se expresa también mediante un pronombre (lo, la, los, las).Por ejemplo:

§ El día de su cumpleaños le regalé una bufanda.

§ El día de su cumpleaños se la regalé.

Evitamos, de este modo, construcciones incorrectas del tipo El día de su cumpleaños le la regalé.

b) Pronombre personal átono reflexivo, con función de CD o CI:

El uso reflexivo de se (al igual que en las formas me, te, nos, os) se da cuando existe una coincidencia entre la persona del sujeto que realiza la acción y la del objeto sobre que recae la misma.

Todos estos pronombres pueden realizar la función de CD o CI, hecho que dependerá de la aparición, o no, de un sintagma nominal que pueda realizar la función de CD.

Por ejemplo:


Me afeito. (CD)

Me afeito el bigote. (CI)

Nos lavamos. (CD)

Nos lavamos la cara. (CI)

Te lavas. (CD)

Te lavas la cara. (CI)

Os laváis. (CD)

Os laváis la cara. (CI)

Usted se lava. (CD)

Usted se lava la cara. (CI)

Ustedes se lavan. (CD)

Ustedes se lavan la cara. (CI)

Se lava. (CD)

Se lava la cara. (CI)

Se lavan. (CD)

Se lavan la cara. (CI)


c) Pronombre personal átono recíproco, con función de CD o CI:

Los pronombres personales átonos recíprocos son nos, os, se. La diferencia entre reciprocidad y reflexividad estriba en que la acción, para que sea recíproca, necesita de otra persona gramatical, diferente de la del sujeto, sobre la que recae la acción.

Todos estos pronombres pueden realizar la función de CD o CI, hecho que dependerá de la aparición, o no, de un sintagma nominal que pueda realizar la función de CD.

Por ejemplo:


Nos vimos. (CD)

Nos dimos la mano. (CI)

Os felicitáis. (CD)

Os estrechasteis la mano. (CI)

Se saludaron. (CD)

Se estrecharon la mano. (CI)


No olvidemos que no siempre estos pronombres tienen un sentido reflexivo o recíproco. Así ocurre en las siguientes oraciones:

§ Me regala unos calcetines cada cumpleaños.

§ Nos dio un buen consejo.

§ Te deseo un feliz aniversario.

§ Os felicitaré cuando ganéis.

§ Ya se lo dimos.

2.- SIN FUNCIÓN SINTÁCTICA:

a)En la oración pasiva refleja:

Observemos las siguientes oraciones:

§ Se oye un ruido extraño.

§ Se oyen unos ruidos extraños.

Ambas oraciones obedecen a la siguiente estructura:

1. Un sujeto paciente: un ruido extraño es gramaticalmente el sujeto de la oración, ya que si cambiamos su número nos vemos obligados a cambiar el número de la forma verbal, es decir se da concordancia de número entre sujeto y verbo; por otra parte, se trata, no de un sujeto agente, ya que no realiza la acción del verbo, sino que la padece.

2. Un verbo en voz activa: A pesar de que posee un sujeto paciente, y a diferencia de las pasivas, la oración pasiva refleja posee un verbo en voz activa.

3. Una forma pronominal refleja de tercera persona, se: El uso de esta forma pronominal da a la oración aspecto de oración reflexiva, aunque propiamente no lo es, y por ese motivo recibe el nombre de pasiva refleja.

El pronombre se, en estas oraciones, se considera un incremento verbal, se analiza como parte morfológica del verbo y carece de función sintáctica.

b) En la oración impersonal:

Existen oraciones que expresan una acción que no tiene sujeto o bien que no interesa determinarlo, se trata de las oraciones impersonales. Un rasgo característico de este tipo de oraciones es que siempre poseen, como núcleo del sintagma verbal, un verbo en tercera persona del singular, sin posibilidad de alterarla. Por ejemplo:

§ Aquí se vive bien, no se podría decir Aquí se viven bien.

§ Se acoge a todo el mundo, no se podría decir Se acogen a todo el mundo.

En definitiva, la oración impersonal no posee sujeto. Esta característica nos puede permitir diferenciar este tipo de oraciones de la oración pasiva refleja (que sí posee un sujeto, un sujeto paciente), en la que sí es posible cambiar de número la persona gramatical del verbo:

§ Se alquila piso.

§ Se alquilan pisos.

Otra diferencia entre la oración pasiva refleja y la oración impersonal es la posibilidad, o no, de poseer complemento directo. La oración pasiva refleja, por ser pasiva, no puede poseer jamás CD, a diferencia de la oración impersonal en la que sí es posible. Por ejemplo:

§ Oración impersonal con CD: En el campamento se acoge a todos los refugiados.

El pronombre se, en construcciones impersonales, se considera un incremento verbal, se analiza como parte morfológica del verbo y carece de función sintáctica.

c) En oraciones con verbo pronominal:

Cuando los pronombres personales átonos (me, te, se, nos, os, se) forman parte de la conjugación del verbo, llamamos a éstos verbos pronominales. Ocurre este hecho en verbos como atenerse, adueñarse, arrepentirse, resignarse, suicidarse, quejarse, encariñarse,... En otras ocasiones nos encontramos con verbos que pueden conjugarse sin la ayuda de las formas pronominales, pero entonces adquieren un significado diferente: acordarse, ocuparse, prestarse... Así, existe una diferencia léxica entre las siguientes oraciones: yo ocupo, yo me ocupo.

En todo caso se trata de oraciones activas, con un sujeto agente. Otra característica de este tipo de verbos es que pueden conjugarse en cada una de las personas gramaticales: yo me acuerdo, tú te acuerdas, él se acuerda, nosotros nos acordamos, vosotros os acordáis, ellos se acuerdan.

Así, podemos elaborar oraciones del tipo:

Él se ha bebido un vaso de leche.

Yo me he bebido un vaso de leche.

Me caí por la escalera.

Se subió al ascensor.

Me subí al globo.

Nos comimos toda la tarta.

Son oraciones en las que, si nos fijamos, la ausencia del pronombre personal no altera su significado; es decir, su uso tan sólo tiene la finalidad de hacer más expresiva la comunicación.

Se arrepintió de lo dicho.

Me arrepentí de lo dicho.

Siempre se presta a todo.

¿No te acuerdas?

Se acordó de mí.

Nos adueñamos de la situación.

En estas oraciones el uso del pronombre personal átono viene obligado por la propia conjugación de los verbos utilizados, que no pueden usarse sino en esa forma.

El niño se ha dormido.

Me voy a casa.

Se va a casa.

Os vais a casa.

En este caso, el uso de los pronombres personales átonos transforma el significado de la oración indicando el comienzo de la acción:

§ El niño ha dormido (ha acabado de dormir).

§ El niño se ha dormido (ha empezado a dormir).

No me ahogaré si nado bien.

Te ahogarás si no sabes nadar.

El nadador se ahogó en el río.

Él se murió.

Se trata de oraciones en las que el sujeto propiamente no realiza la acción: dicen que el nadador y él, sin que ellos hicieran nada para ello, les ocurrió algo.

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